04 decembrie 2012

Ying Yang

A los bebés y a los niños pequeños y en general a los que tenemos cerca los tratamos con respeto y cariño.  Los queremos y no dudamos en hacérselo saber. Para ellos, la afección es igual de necesaria para la mente como el alimento para el cuerpo.
Pero que pasa si los privamos de esos sentimientos tan cálidos y generosos y los tratamos con frialdad o los maltratamos o no los tratamos en absoluto?
Será así cómo se crean esos humanos desafortunados que se convierten en temidos psicópatas o asesinos? Sería tan fácil evitarlo? Una caricia, una palabra dulce, un poquito de atención y de amor evitarían que otras personas estuviesen condenadas a una vida terrible? O hay algo más?
Quizá en la mayoría de los casos bastaría con querer sinceramente y generosamente.

There, there

Es inimaginable el dolor que sientes cuando tu pequeño, tu ser más preciado está sufriendo.
Hasta que no has sido padre, o madre, y no has tenido a un hijo muy enfermo  no has conocido el dolor, la rabia y la impotencia en su estado más puro.
Y es que ni me dan miedo las agujas ni me marea ver sangre, pero ver cómo sujetan cuarto manos a mi hijo mientras otras dos le pinchan el bracito para sacarle sangre...y encima ver que lo hacen mal y contenerte los gritos y el enfado...es duro.
No es inaguantable ni es el fin del mundo pero es duro, y eso no te lo enseñan en las clases de preparación al parto ni todos los libros de la biblioteca sobre maternidad y puericultura, eso lo aprendes siendo madre y padre.
Pero lo mejor de todo es que te digan que todo está bien! Y ya has subido un poco de nivel en esto de criar a un ser pequeño e indefenso, Asique la próxima será menos traumática. Para todos.